La mayoría de la gente tiene al menos una idea general del hecho de que el mercado de valores se supone que refleja nuestra economía.
Al fin y al cabo, las empresas que componen el TSX Composite (índice canadiense de referencia de valores cotizados en bolsa) representan la mayor parte del valor en manos del sector privado de nuestro país. Cuando la economía va bien, suele ser una buena señal para el mercado bursátil.
Pero, a lo largo de los años, la economía también ha sufrido altibajos cíclicos. En consecuencia, el mercado de valores se ha movido generalmente en consonancia.
Esto nos lleva a preguntarnos: ¿cuáles son las referencias que los inversores deberían tener en cuenta para obtener los mejores rendimientos del mercado?
En este artículo, examinamos algunos de los indicadores económicos más seguidos y lo que revelan sobre la actividad subyacente de la economía. ¿Cuál es la relación entre estos indicadores económicos y la contratación pública?
¿Cuál es la relación entre la economía y el mercado de valores?
Como ya hemos dicho, ambos están estrechamente relacionados. Cuando el mercado de valores va bien, suele ser señal de un crecimiento económico saludable, medido principalmente por el producto interior bruto (PIB). Las empresas están produciendo más, lo que conduce a valoraciones más altas y, en última instancia, a subidas del precio de las acciones.
Indicadores económicos y mercado bursátil
Gobiernos, empresas e inversores tienen un interés común en supervisar de forma activa y precisa el nivel de actividad económica.
Un conocimiento sólido no sólo de la situación económica actual, sino también de la prevista para dentro de seis meses, puede resultar muy útil a estos “agentes económicos” para facilitar su planificación y sus decisiones de inversión.
El seguimiento de la actividad económica suele correr a cargo de diversos organismos públicos, que recogen, compilan e informan sobre los principales indicadores económicos. Estos son de vital importancia para quienes toman decisiones de inversión.
A grandes rasgos, existen tres tipos de indicadores.
- Los indicadores adelantados ayudan a predecir la dirección en la que podría evolucionar la economía en el futuro.
- Los indicadores aleatorios son un barómetro que nos dice cómo está la economía en la actualidad.
- Los indicadores retrospectivos confirman una tendencia observada previamente.
Veamos cada uno de estos indicadores.
Indicadores económicos ascendentes
El número de solicitudes iniciales de subsidio de desempleo es uno de los indicadores de los que más se habla en la prensa generalista.
¿Cuál es la idea de los economistas al observar este importante dato? Lo más probable es que las personas que solicitan el subsidio de desempleo por primera vez hayan sido despedidas por su empresa.
Si las primeras solicitudes de subsidio de desempleo aumentan drásticamente en un corto periodo de tiempo? Lo más probable es que los empresarios hayan estado despidiendo activamente a gente en el mercado. Probablemente se trate de una reacción a una desaceleración prevista de la actividad.
Las solicitudes iniciales de prestaciones por desempleo son las que atraen más la atención de los medios de comunicación.
El despido de trabajadores (que suele reflejarse en las solicitudes iniciales de prestaciones por desempleo) suele ser una medida costosa para las empresas. Los empresarios suelen pagar indemnizaciones por despido a sus antiguos empleados. Por no hablar de los costes que supone volver a contratar y formar a nuevos empleados cuando la actividad vuelve a repuntar.
Por eso es probable que la primera medida que tome una empresa para intentar reducir sus costes de funcionamiento sea reducir las horas extraordinarias. Esto va de la mano de una reducción del número de horas programadas para el personal a tiempo parcial y temporal.
Una tendencia persistente hacia un menor número de horas trabajadas en la producción puede ser otro valioso indicador de que la actividad económica está empezando a ralentizarse.
Indicadores económicos coincidentes
Fijémonos por un momento en los datos del mercado laboral. Uno de los indicadores de coincidencia más observados es el número de personas empleadas actualmente en las nóminas de las empresas no agrícolas.
La idea que subyace en este indicador es esencialmente la misma que en los dos primeros (solicitudes iniciales de subsidio de desempleo y horas trabajadas en el sector manufacturero). En pocas palabras, los economistas quieren saber cuántas personas trabajan activamente en la economía.
La diferencia con las nóminas no agrícolas es que se trata de una medida bastante conservadora por dos razones.
En primer lugar, suaviza las fluctuaciones a corto plazo que pueden derivarse de la variabilidad de las horas trabajadas en el sector manufacturero. Esto puede llevar a veces a los analistas a recibir señales erróneas. En segundo lugar, un aumento de la demanda de contratación en un mercado laboral puede compensar otro mercado que esté experimentando un declive.
Tomemos, por ejemplo, los despidos generalizados en el sector editorial. Esto provocaría un aumento de las solicitudes iniciales del subsidio de desempleo. Pero, ¿y si estas pérdidas de empleo se compensan con creces con un aumento de la contratación en el sector tecnológico? El resultado sería más positivo que negativo para el conjunto de la economía.
El problema de utilizar el número mensual de empleos no agrícolas es que, a cambio de ser un indicador más regular y fiable, la señal que emite corresponde a la tendencia económica y no se anticipa a ella. Esto significa que puede ser menos valioso para las previsiones futuras que algunos de los indicadores adelantados mencionados anteriormente.
Indicadores económicos rezagados
Llegados a este punto, es posible que se pregunte qué sentido tiene un indicador rezagado, sobre todo si informa sobre algo que ya ha sucedido.
Los indicadores retardados pueden formar parte de las previsiones económicas. Es comparable a la forma en que los indicadores coincidentes pueden ayudar a confirmar una tendencia sospechada inicialmente mediante indicadores adelantados. De hecho, pueden ayudar a confirmar lo que los economistas ya habían predicho.
Tomemos, por ejemplo, el número de nuevos préstamos concedidos por las entidades de crédito a empresas y particulares. El sector crediticio es tradicionalmente conservador. Un aumento de los nuevos préstamos suele indicar que las instituciones financieras tienen buenas razones para creer que las condiciones económicas ya están empezando a mejorar.
¿Cuál es la relación entre los indicadores económicos y el mercado de renta variable?
Tanto los analistas como los gestores de activos siguen de cerca los indicadores económicos. Estos indicadores pueden ayudar a explicar lo que está ocurriendo bajo la superficie de la economía.
Uno de los indicadores clave que aún no se ha mencionado es la tendencia general del propio mercado de valores.
Al tratarse de un mecanismo de descuento ascendente, los precios de las acciones cotizadas deberían ser representativos de lo que los inversores esperan que ganen las empresas en el futuro, no de lo que han ganado en el pasado.
Para Reflexionar
Nadie afirma que exista un “método infalible” que permita a los pronosticadores predecir sistemáticamente el próximo mercado alcista o bajista. Los inversores harían bien en familiarizarse con algunos de los indicadores económicos más vigilados y con el papel que desempeñan en la economía subyacente y en el mercado de renta variable.
Los inversores y los analistas no pueden predecir con fiabilidad la evolución del mercado. Al menos tienen una idea más clara de dónde se encuentran la economía y el mercado en cada momento.
Es importante recordar que los mercados -y los indicadores- son notoriamente volátiles, al igual que el tiempo. En la mayoría de los casos, lo mejor es mantener el rumbo sin perder de vista el horizonte.
Tanto si es un inversor experimentado como si acaba de empezar, nos encantaría conocer su opinión y saber cómo podemos ayudarle.